¿Qué es?
La «cistoscopia» o «uretrocistoscopia» es un procedimiento urológico que consiste en introducir una cámara a través del orificio urinario (uretra masculina o femenina)
para observar, evaluar y diagnosticar enfermedades de la uretra, la próstata (en el caso de los hombres) y sobre todo de la vejiga urinaria (Auguet, urologiapepauguet,
2021).
¿Cómo se hace?
Por lo general una cistoscopia se puede hacer como procedimiento ambulatorio aplicando anestesia local. Se hace con un cistoscopio, un instrumento fino que tiene
en un extremo una luz y una lente o una pequeña cámara de video, que se inserta a través de la uretra hasta llegar a la vejiga. A menudo, se inyecta una solución
salina estéril a través del cistoscopio para llenar su vejiga y facilitar la visualización del revestimiento interior. La cistoscopia suele durar entre 10 o 20 minutos, y al
finalizarla el paciente se puede ir a casa inmediatamente (Rodríguez, 2020).
¿Cuándo se hace?
La cistoscopia es una prueba que su urólogo puede solicitar para diagnosticar, controlar y tratar las afecciones alguna de las siguientes afecciones (Rodríguez,
2020):
• Pacientes con microhematuria, es decir, presencia de sangre en la orina que
no es visible a simple vista y que se detecta mediante un análisis urinario.
• Sangre en la orina que se ve en el momento de ir al baño (hematuria
macroscópica).
• Evaluación de una posible estenosis uretral, un estrechamiento anormal de
la uretra.
• Evaluación de posibles fístulas urinarias.
• Síntomas de irritación en el tracto urinario
• Sospecha de la presencia de un cuerpo extraño en la vejiga, como puede ser
una piedra o un tumor.
• Para la retirada de catéteres en pacientes que han sido operados
previamente
Como técnica quirúrgica permite resolver determinados problemas de las vías urinarias y de la vejiga, sin necesidad de abrir el abdomen, por lo que se reducen
los riesgos y complicaciones, así como el período de recuperación del paciente.